Cuando en mayo empezaron a flexibilizarse algunas actividades económicas en Entre Ríos, la Iglesia Católica aprovechó para plantearle al gobierno provincial que autorice la reapertura de los templos para las celebraciones litúrgicas.
Al mismo tiempo que la Comisión Ejecutiva del episcopado católico le presentó una nota al gobierno nacional, los tres obispos de Entre Ríos (Juan Alberto Puiggari, de Paraná, Héctor Zordán, de Gualeguaychú, y Luis Collazuol, de Concordia), elevaron un pedido al gobernador Gustavo Bordet, para que les devuelva las misas.
Argumentaron la existencia de “constantes solicitudes de personas y comunidades pidiendo la apertura de los templos” para “la participación de la santa Misa y los sacramentos, alimentos insustituibles para el fiel cristiano de su vida espiritual”.
La respuesta oficial en ese momento fue tan diplomática como contundente: “las autoridades nacionales continuarán evaluando la consulta, pero por ahora es necesario mantener las actuales medidas de prevención y aislamiento que afectan a las celebraciones religiosas”.
No conformes con la negativa, ni con las celebraciones eucarísticas a través de redes sociales, este viernes algunos fieles de Paraná, en vez de quedarse en casa, se movilizaron a Casa de Gobierno para exigir nuevamente la reapertura de los templos. Justo en momentos en los que se está observando un rebrote de casos de coronavirus en algunas ciudades de la provincia.
En vehículos y a los bocinazos marcharon desde la Catedral de Paraná hasta la explanada de la casa gris donde leyeron un petitorio reclamando a Bordet que les devuelva las misas, “con presencia de fieles”.
Hace tres días, durante la conferencia de prensa que compartió Gustavo Bordet con el ministro de Salud, Ginés González García, el mandatario reiteró que “hoy más que nunca tenemos que reforzar las medidas de control, las medidas de cuidado porque es la época o el momento de la pandemia donde no podemos aflojar ni relajar absolutamente nada”. Y remarcó que se dio marcha atrás con “las habilitaciones que teníamos previstas, entendiendo que la actividad económica tiene que seguir su curso, pero preservando siempre todo lo que significa la salud de la población que en este momento es lo más importante a resguardar y a tener en cuenta”. Las misas, claramente estaban incluidas en esa definición.
Eduardo García, obispo de San Justo, provincia de Buenos Aires, refiriéndose al tema y sin pelos en la lengua dijo que “de muy poco servirá la reapertura gradual de los templos si no hay una reapertura radical de la Iglesia de cara a la realidad, sin ombliguismos seudo religiosos de autocomplacencia”.
“Si viviéramos realmente como pueblo deberíamos escuchar también 'devuélvannos la educación, devuélvannos Cáritas, devuélvannos el trabajo, devuélvannos la salud', devuélvannos tantas cosas que resignamos en esta cuarentena atendiendo al bien mayor que es la salud de toda la población".
Según datos de la “Segunda encuesta nacional sobre creencias y actitudes religiosas en la Argentina” publicada en noviembre del año pasado, “sólo el 17,4% de los fieles participa regularmente del culto (misa)” en Argentina.
Fuente: Noticiauno