Son alrededor de 5 mil focos de incendio que, desde hace semanas, cubren los humedales del Río Paraná, resecos debido a la pronunciada bajante del río. La Justicia, mientras tanto, investiga a productores agropecuarios de la zona, denunciados penalmente por quemar los pastizales del delta para el desarrollo de la producción ganadera."Impresiona ver la dimensión del daño que este ecocidio está causando sobre el humedal. Los responsables de estas quemas tan dañinas para la salud de las personas y tan brutales con nuestra tierra tienen que pagar por lo que han hecho", declaró el ministro de Ambiente y Desarrollo Sostenible de la Nación, Juan Cabandié, quien hace un par de semanas denunció penalmente y pidió la detención de los propietarios de los terrenos en donde se realizaron las quemas.
En diálogo con Página12, Cabandié aseguró que los responsables de los incendios son "los productores agropecuarios de la zona que están quemando los pastizales para mejorar el forraje", y se mostró convencido de que, para resolver el problema, la Justicia debe detenerlos y apresarlos.
Este miércoles, en un ciclo de charlas virtuales que lanzó el intendente de Gualeguaychú, Martín Piaggio, el ministro de Ambiente nacional profundizó su postura y volvió a responsabilizar a los productores agropecuarios. “Es un tema que nos preocupa y nos ocupa, que tiene muchos componentes para analizar. La soja está relacionada con esta situación por la expulsión que hay hecho del ganado a las islas, un lugar que no es apto para el desarrollo del ganado”, y agregó: “También existen muchas zonas de las islas donde hay cañaverales, que no son aptos para el ganado, por eso la quema intencional del terreno se corresponde para ganar tierras y mejorar la pastura para el ganado, por lo que estamos ante un problema que produce dos daños: a las personas y al ambiente. Toda la costa del Paraná respira humos hace 3 meses y hay una degradación ambiental mayúscula, preocupante e irracional”.
Para Cabandié “el problema principal no es apagar el incendio porque hay grupos de brigadistas muy preparados y con un gran compromiso dejando el cuerpo en ese lugar para hacerlo, en zonas en las que es muy difícil sin aviones, sin logística y sin esos hombres y mujeres con una gran valentía” dijo Cabandié, que aseguró: “Lo principal es solucionar el problema de fondo, que tiene muchas aristas, ya que desde la reforma del 94 corresponde a las provincias la protección de los recursos naturales pero el poder de policía corresponde a la Nación. Pudimos juntar las partes interesadas, lograr una propuesta superadora, lograr la intervención de la justicia, pero también hay que tener voluntad, realmente la justicia actuó muy lentamente, y esto no puede pasar, por eso hice un pedido público a la justicia”.
Por su parte, el fiscal de Estado de Entre Ríos, Julio Rodríguez Signes, dijo que "todo lo que la provincia de Entre Ríos tenía disponible para apagar los incendios lo destinó ahí: comisarías, brigada de delitos rurales, bomberos. Pero la verdad es que la provincia cuenta con pocos recursos, porque no hay infraestructura y no es que se puede entrar ahí con camiones hidratantes o lanchas, la única manera es con helicóptero y por eso pedimos ayuda al gobierno nacional".
"El delta tiene un millón y medio de hectáreas, representa el 20 por ciento de la superficie total de Entre Ríos. Empezaron con la quema de pastizales hace unos meses y los incendios se fueron propagando como nunca por las condiciones meteorológicas: no llueve, el río está en una bajante histórica, casi no hay agua, así que el fuego comenzó a expandirse de forma espontánea. Esta vez la situación se desbordó, es imposible de controlar", argumentó Rodríguez Signes, quien sin embargo admitió que la quema de pastizales es una práctica ilegal que se repite todos los años.
Desde febrero, los incendios han consumido un total de 50 mil hectáreas (una superficie que equivale a tres veces la ciudad de Rosario), según el relevamiento de una organización ecologista llamada "Naturalistas santafecinos". Si bien el gobierno nacional destinó helicópteros, aviones hidratantes, efectivos del Grupo Albatros (el cuerpo de elite de Prefectura Naval), que se sumaron a los esfuerzos conjuntos de los gobiernos provinciales de Santa Fe y Entre Ríos, el impacto ambiental del fuego en los humedales es devastador. "Lo grave no es sólo que afecta un importantísimo recurso natural estratégico, en tanto que es uno de los reservorios más grandes de agua dulce, sino que también impacta sobre las funciones ecosistémicas que tiene, como evitar inundaciones.
Los humedales son, además, grandes consumidores de carbono y, en el caso del Paraná, cuentan con más de 700 especies de plantas, 100 especies de peces y 200 especies de mamíferos", explicó el diputado socialista de Santa Fe, Enrique Estévez, que presentó un proyecto de ley para la protección de los humedales.
"La Ley de Humedales tiene un largo derrotero, se intentó sancionar en el 2013 y en el 2016 pero las dos veces terminaron dormidas en alguna de las Cámaras por el lobby de los agronegocios. Una Ley de Humedales te permite realizar un inventario de los humedales, te da unas pautas mínimas y, además, te permite evidenciar y desnaturalizar la quema como actividad", indicó el abogado ambientalista Enrique Viale, quien también acusó al gobierno de Entre Ríos de "ser históricamente muy sumiso a los intereses del agronegocio y de relativizar las quemas en la zona".
Según una encuesta realizada por la Universidad Nacional de Rosario, el 60 por ciento de la población local responsabiliza a los empresarios ganaderos por los incendios. Hasta el momento, la Justicia Federal está investigando a ocho personas por las quemas, todos propietarios de lotes que fueron incendiados.