El coordinador de Derechos Humanos y Diversidad Cultural de la Municipalidad de Paraná, Camilo Soñez, cuestionó la actitud adoptada por la “Asamblea paranaense en Defensa del Arbolado y los Espacios Verdes” cuyos integrantes se oponen a la obra de ensanche de bulevar Racedo con argumentos “que nada tienen que ver con el impacto ambiental”, reflejando de ese modo que “tienen un grave problema con nuestra democracia constitucional”, advirtió el funcionario.
“Este espacio político, que acampa en Racedo, podrá está integrado por cien, doscientas, mil personas si queremos exagerar, se arrogan la representación de los vecinos de Paraná y lejos está este espacio político de representar la voluntad de la mayoría de los y las paranaenses o sea de los vecinos de la ciudad”, dijo Soñez, para remarcar luego que “para representar la voluntad de los paranaense están las instituciones de la democracia”.
Entre esas instituciones, Soñez mencionó “un Concejo Deliberante integrado por las más variadas identidades políticas, por los partidos políticos tradicionales como el PJ o la UCR, pero también por espacios nuevos y emergentes”, que aprobaron por unanimidad la obra de ensanche, recordó.
Por otro lado -dijo- “existe un gobierno local, que fue el más votado por los paranaenses, que tiene la legitimidad de decenas de miles de vecinos que lo votaron. Y existe un poder judicial que resguarda que ninguna voluntad, por más mayoritaria que sea, vulnere derechos”, añadió, en referencia a la sentencia del Superior Tribunal de Justicia que rechazó las acciones judiciales del Foro Ecologista y autorizó la ejecución de la obra al Municipio.
Para Soñez, “este espacio político, la asamblea, le está exigiendo a las instituciones de la democracia que antes de hacer algo deben consensuarlo con ellos”, aunque “no son un contra poder o un supra poder”, subrayó.
El funcionario sostuvo que “tienen todo el derecho de manifestarse, de repudiar la obra, de meter amparos o cualquier acción judicial si creen que la misma vulnera derechos, pero los representantes de los paranaenses no necesitan su permiso para gobernar”.
La postura de los asambleístas tiene “otros motivos”, aseguró, y explicó que quedan en evidencia cuando se plantean “otros elementos que nada tienen que ver con el impacto ambiental” de la obra.
Por ejemplo, que la obra “dividirá en dos la fisonomía del barrio que hoy existe, transformándolo para siempre hacia su desaparición, como ha ocurrido en otros lugares de la ciudad”. Eso expresó la Asamblea en un comunicado que hizo público.
Finalmente, Soñez remarcó que “tienen todo el derecho de estar en desacuerdo, pero el ámbito para decidir la diferentes miradas dentro una sociedad democrática, son básicamente las instituciones de la democracia, en el caso de nuestra ciudad el Concejo Deliberante” que aprobó la obra por unanimidad.
E instó a “todas y todos los que integran la Asamblea, los partido políticos y los sindicatos que forman parte del corte de calle, a que reflexionen y se den cuenta que no están por encima de las instituciones de la democracia”.
Fuente: Noticiauno