Como contó Noticiauno, el intendente de Chajarí, Pedro Galimberti, anunció el lunes que en 24 horas los vecinos quedarían sin el servicio de emergencias y urgencias médicas que el Municipio contrata desde hace 17 años con empresas privadas.
La medida intempestiva del jefe comunal causó preocupación e indignación en la comunidad de Chajarí que desde hace años abona una “tasa solidaria” que se destina en parte a cubrir el costo de un servicio crítico, cuya prestación asumió el Municipio mediante una Ordenanza del año 2004 que Galimberti derogó de un plumazo y por decreto el mismo lunes.
Ese dinero que cada mes aportan los contribuyentes aparece en el presupuesto municipal de 2021: hay más de 10 millones de pesos previstos para contratar un servicio de emergencias médicas que actualmente cuesta, según valores que se manejan en el mercado, alrededor de 7 millones de pesos al año.
Dinero no es lo que falta.
Precisamente porque dinero no falta, la decisión del intendente fue repudiada en redes sociales. Es que no solo los vecinos quedaron sin la cobertura -que pagan- en caso de accidentes en la vía pública. Más de 20 instituciones municipales en las que también trabajan personas que dependen del propio Municipio, fueron perjudicadas por la medida. Entre dichas instituciones hay jardines de infantes, hogares de menores, una escuela de personas sordas y hasta un hogar de ancianos, como publicó este portal.
En un año electoral, en el que Pedro Galimberti busca posicionarse como alternativa al exministro Rogelio Frigerio dentro de la coalición macrista, el intendente no quiere sumar complicaciones en áreas vinculadas a niños ni a adultos mayores, consideradas políticamente las más sensibles.
Ahora, intentará atenuar el costo político de su accionar.
Con ese finalidad, “Galimberti envió al viceintendente y a un concejal de Juntos por el Cambio para que consigan un servicio de emergencias selectivo”, confiaron a este medio fuentes que participaron de la reunión que realizó el jueves en horas de la tarde en el Municipio con las empresas de emergencias.
Los funcionaros municipales pidieron “un presupuesto solo para retomar el servicio en los tres jardines de infantes, el hogar de menores y el hogar de ancianos”. No así para los accidentes que ocurran en la vía púbica ni para el resto de las instituciones municipales que también quedaron sin ambulancias en caso de accidentes.
Desmienten “la excusa” de Galimberti para abandonar el servicio
El presidente municipal de Chajarí, por redes sociales, anunció que el motivo de su decisión fue que “no se presentaran oferentes a la licitación” de un servicio de emergencias para este año.
Sin embargo, quienes participaron de las conversaciones que “desde hace meses” mantienen las empresas de emergencias locales y el Municipio “en vista al vencimiento de la contratación”, explicaron a Noticiauno que “era lógico que no hubiera oferentes ya que el mismo intendente planteó condiciones bajo las cuales ninguna empresa podría brindar un servicio de calidad”.
“Pareciera que Galimberti hizo todo lo posible para que no hubiera oferentes”, resumieron y explicaron que el Municipio “se cerró en la postura de pagar un canon inferior al que se maneja actualmente en el mercado, o contratar el servicio mes a mes, sabiendo que es imposible la prestación adecuada del servicio con esos valores”.
El Municipio estuvo negociando con Bomberos, que no cuenta con infraestructura, por la mitad del precio de mercado, lo que también truncó esa posibilidad. A esa institución le ofrecieron un vehículo utilitario y una suma de 300.000 pesos mensuales, a cambio de un servicio que no incluía un profesional médico.
Hay coincidencias en que lo sucedido “demuestra un total desconocimiento del funcionamiento de la emergentología, porque hasta llegó a sugerir que para bajar el precio del servicio se podía prestar sin médicos, sólo con un chofer que buscara a los accidentados”, ante lo cual intentaron explicarle que “no se trata de un servicio de recolección, sino de un servicio médico que no puede prescindir de médicos que asistan a los accidentados desde el lugar del accidente hasta la llegada al hospital”.
Una negociación “empantanada” en esos términos y la definición abrupta que finalmente adoptó -por decreto- pese a disponer de los fondos para dar continuidad al servicio, abonan la idea de que Galimberti “apostó al fracaso de la licitación, tal vez con alguna intencionalidad política”.
Más allá de los puntos de vista, lo cierto es que, pese a pagar sus tasas, y una tasa de asignación específica para contar con un servicio que los proteja en caso de emergencia, los vecinos de Chajarí están desprotegidos desde el 1º de junio.
Fuente: NOTICIAUNO