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08/06/2021

Galimberti y Schneider violaron el DNU nacional para hacer campaña política

Se trata de funcionarios públicos (intendentes), que en medio de una emergencia sanitaria y ante la mirada pasiva de la Justicia y las fuerzas de seguridad, incumplieron el DNU y el decreto provincial dictados para para reducir contagios, descomprimir hospitales y evitar mayor cantidad de muertes. Buscan un lugar en el Congreso Nacional mientras en Entre Ríos se producen miles de contagios y decenas de muertes por día. 

 

“Cuando algunos estaban ocupados con la cuestión sanitaria nosotros ya planteábamos una mirada aperturista”, se jactó hace pocas horas el intendente de Chajarí, Pedro Galimberti, quien, a la par de su colega de Crespo, Darío Schneider, enarboló, desde el inicio de la pandemia, una peligrosa retórica contra las medidas sanitarias que buscan disminuir los contagios de Covid19.

Los dirigentes que representan a la Unión Cívica Radical dentro de Juntos por el Cambio, se pasearon por la provincia la semana pasada incumpliendo el Decreto de Necesidad y Urgencia (DNU) 334/2021 que dispuso las medidas aplicables a lugares de alto riesgo epidemiológico y sanitario o en situación de alarma epidemiológica y sanitaria, para la contención de los contagios del coronavirus. Norma a la que adhirió el gobierno de Entre Ríos mediante el decreto 1143 que rigió desde el 31 de mayo hasta el 4 de junio inclusive.

NOTICIAUNO chequeó que encabezaron reuniones políticas en lugares cerrados, actividades que estaban y están expresamente prohibidas, e ignoraron los protocolos sanitarios, deseosos de recuperar el protagonismo en la pelea interna con su socio político, el exministro de Mauricio Macri, Rogelio Frigerio, que, al igual que ellos, quiere ser candidato en 2021 y probablemente en 2023.

Una de las reuniones “ilegales” se realizó en la localidad de Bovril, departamento La Paz, una de las zonas donde rigen las restricciones por ser de alto riesgo epidemiológico. Durante esos días la localidad había suspendido hasta las clases presenciales, a pedido del intendente por la gravedad de la situación sanitaria.

De este modo, los jefes comunales radicales, ambos con responsabilidades de gobierno, ejecutaron actos que encuadran claramente en la conducta tipificada en el artículo 205 del Código Penal, que dice que “será reprimido con prisión de seis meses a dos años, el que violare las medidas adoptadas por las autoridades competentes, para impedir la introducción o propagación de una epidemia”.

Todo sucedió ante la mirada pasiva no solo de la Justicia, sino de las fuerzas de seguridad provinciales que dependen de la ministra de Gobierno, Rosario Romero, que debe “hacer cumplir el DNU vigente”.

Funcionarios públicos alejados de la realidad que vive Entre Ríos predican el incumplimiento de las normas de prevención (decretos) en el peor momento de la pandemia. Promueven y organizan reuniones proselitistas en el marco de su campaña “para garantizar una boleta encabezada por la Unión Cívica Radical para las elecciones PASO” (textual de Galimberti en Facebook).

En este momento, Entre Ríos asiste a la mayor crisis sanitaria en décadas, el sistema de salud está al borde del colapso, hay decenas de muertos y miles de nuevos infectados por día.

No obstante, los dirigentes que representan al principal partido de la oposición política –que además tienen responsabilidades de gobierno en sus localidades- ejecutan actividades que están expresamente prohibidas por la normativa vigente. Ilícitas.

“La recorrida provincial nos llevó ayer a Bovril. Con el equipo de «Construir en Cambiemos» estuvimos en la asunción de autoridades del radicalismo local”, puede leerse en la publicación que hizo por Twitter Galimberti el 4 de junio, en plena vigencia del DNU.

Se lo ve sin barbijo ni distanciamiento social en varias fotos dentro del comité de la UCR, un espacio cerrado donde las reuniones sociales no pueden realizarse, junto a varios asistentes, todos aglomerados. 

En una de las imágenes aparece secundado entre otros, por el intendente de Bovril, José Luis Guillig, quien asumió el cargo en marzo debido al fallecimiento de su antecesor, Fabián Valenzuela, quien murió en febrero de este año víctima de Covid.

Paradójicamente, en el lugar donde incumplían el DNU hay un cuadro con la imagen de Valenzuela.

 

El departamento La Paz, al que pertenece la ciudad de Bovril donde organizaron el mitín, se encuentra en “alto riesgo epidemiológico y sanitario” por la cantidad y velocidad de contagios.

El gobierno –nacional y provincial- ordenó, en los departamentos de alto riesgo sanitario, para reducir la circulación del virus y descomprimir los hospitales, que están TERMINANTEMENTE PROHIBIDAS LAS REUNIONES SOCIALES EN LUGARES CERRADOS. Sólo están permitidas las reuniones de hasta 10 personas en espacios abiertos.

En otro posteo, publicado horas después de la reunión política “ilegal”, Galimberti publicó un recordatorio dirigido a los vecinos de su ciudad, en el que apuntó que las reuniones en espacios cerrados (como la que él organizó en Bovril) estaban prohibidas. “Las reuniones sociales, podrán ser al aire libre y hasta 10 personas”, escribió el intendente después de incumplir esa misma norma.

Su correligionario de Crespo, Darío Schneider, también fue de la partida.

“El jueves por la tarde, junto a @DarioSchneider y el equipo de "Construir en Cambiemos" estuvimos en Bovril y Alcaráz. En este video de síntesis les contamos sobre las actividades realizadas”, tuiteó Galimberti.

Aunque Schneider mantuvo cierta reserva (tal vez consciente de la gravedad de su incumplimiento siendo funcionario), porque no dejó registro en redes sociales, igualmente participó de las reuniones de campaña, ignorando los decretos que establecen restricciones y las medidas de prevención emanadas de las autoridades sanitarias.

 

 

No es la primera vez que Schneider incumple, poniendo en riesgo a terceros.

En marzo, había habilitado una fiesta de 800 personas –que por la edad pertenecían a grupos de riesgo- en un salón cerrado, sin distancia ni barbijos, hecho que -por lo alarmante- fue noticia nacional. 

Más recientemente –a mediados de mayo- también como parte de su actividad proselitista, Schneider visitó un jardín de infantes “para festejar su cumpleaños”, y compartió la merienda con alumnos pequeños y docentes rompiendo así la burbuja escolar. Allí tampoco respetó el distanciamiento social que protege a todos los demás.

Luego de ese acto de campaña, el jefe comunal anunció por redes sociales que iba a permanecer “aislado por haber sido contacto estrecho de una caso positivo” de coronavirus. Lo que quiere decir que ese contacto lo mantuvo “sin las medidas sanitarias de prevención”.

Medidas que desde hace un año y medio toda la dirigencia política debería militar.

Cumplir.

Y hacer cumplir.

Fuente: NOTICIAUNO

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