El domingo en Crespo, la lista de Juntos obtuvo más del 67 por ciento de los votos contra el 18 de la lista encabezada por Enrique Cresto. Con el liderazgo del intendente radical Darío Schneider, la alianza PRO-UCR obtuvo 10.503 votos contra 2.837 del peronismo. Casi 50 puntos de diferencia. “En Crespo el peronismo perdió votos de una forma llamativa, perforando el piso del 20%. Desde el 83 para acá, ninguna versión o instancia, local, provincial o nacional, nunca sucedió algo así”, resaltó el diputado Julián Maneiro.
El resultado refleja claramente un respaldo a la gestión del radical Schneider y eso es destacado por propios y extraños. “Ha sido una histórica y contundente victoria y son ya 11 elecciones consecutivas ganadas en esta ciudad. Se votaban diputados nacionales, pero también el votante dejó claro que fue su forma de acompañamiento a una referencia política y de valores que simboliza el intendente Darío Schneider y su equipo”, destacó Maneiro.
Triunfos como estos, en ciudades gobernadas por el radicalismo, les dan al partido centenario una bocanada de aire fresco para discutir con el PRO los nombres para disputar las elecciones de 2023.
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Schneider, junto al electo diputado nacional y también intendente radical Pedro Galimberti y otros jefes comunales, emprendieron una cruzada que desafió al macrismo representado por Frigerio y Benedetti en la provincia. Se plantaron con una propuesta 100 por ciento radical y comenzaron a darle forma lanzando oficialmente el sector denominado “Construir”.
Con la lista “Entre Ríos Cambia”, ambos intendentes radicales recorrieron cada ciudad y departamento que pudieron, logaron un respaldo importante en la PASO de septiembre y –a pesar de las chicanas internas del PRO- consolidaron ese caudal en las generales dándole a Juntos un triunfo contundente en la provincia.
El posicionamiento del intendente radical de Crespo en la escena provincial será difícil de rebatir por los históricos dirigentes radicales que ven en las nuevas caras del interior una amenaza concreta para la continuidad de una lógica de toma y daca que ha embarcado al radicalismo en un recorrido decadente como furgón de cola del PRO.
Fuente: NOTICIAUNO