Además de Chubut, hay diez provincias -entre ellas Entre Ríos- que tienen deudas con el gobierno nacional por el mismo Fondo Fiduciario que desató el conflicto entre el gobierno provincial encabezado por Ignacio Torres y la Casa Rosada por el descuento de coparticipación.
En total, son once gobernaciones que tienen ante el Ministerio de Economía pasivos por casi $400.000 millones (cerca de un 0,2% del PBI) refinanciadas y a pagar, de manera mensual, a lo largo de 2024.
Son pasivos que fueron negociados entre las provincias y el gobierno de Alberto Fernández en concepto del Fondo Fiduciario de Desarrollo Provincial y que tienen, como resultado de esa reestructuración, una actualización según el ritmo de inflación y pagos mensuales que se descuentan de los envíos automáticos de fondos.
En el caso de Entre Ríos, le debe al Fondo Fiduciario para el Desarrollo Provincial $14.958 millones.
El Fondo Fiduciario para el Desarrollo Provincial fue creado por decreto presidencial en 1995. Es uno de los 29 fondos fiduciarios que están bajo la órbita del ministro de Economía, Luis Caputo.
Antes de asumir y al igual que todos los gobernadores de todas las fuerzas políticas, Rogelio Frigerio solicitó que el gobierno de Alberto Fernández prorrogara el Fondo Fiduciario para el Desarrollo Provincial hasta el 27 de febrero de 2050, argumentando “el impacto positivo” que generan los préstamos del FFDP en el “financiamiento de programas de políticas públicas para el desarrollo y la consolidación fiscal, vitales para las jurisdicciones”.
En el marco de las fallidas negociaciones por la ley ómnibus, Frigerio había planteado “excluirlo” de la ley, para bloquear la facultad del presidente Javier Milei de eliminarlo por decreto.
La ley fracasó y con ella el blindaje de esos fondos pretendido por los gobernadores.
Apenas volvió de Roma, Milei ratificó la eliminación del FFDP.
Lo hizo al referirse a los fondos que pueden ser eliminados pasando por alto el Congreso: “Si los tengo a tiro de decreto, anotalo, porque son boleta”, afirmó el presidente en relación a los fondos fiduciarios cuya posible eliminación había sido incluida en la fallida Ley Bases.
“Son todas cajas negras de la política. Eso hay que terminarlo. Eso pone muy nervioso a muchos. Hay muchos agentes de la política que viven de eso”, disparó.