En la tarde de ayer circuló un comunicado oficial de prensa (y una foto ilustrativa) dando cuenta de la inesperada visita de la exintendenta de Paraná, Blanca Osuna, al gobernador Gustavo Bordet.
Osuna, cuya gestión municipal fue rechazada en las urnas por 7 de cada 10 ciudadanos de Paraná, se habrÃa acercado a la Casa Gris a "ratificar el acompañamiento y el apoyo que el gobierno provincial "necesita".
Con el tono bélico que la caracteriza, la exintendenta sugirió que el peronismo acompañará a Bordet en la medida en que Macri lo extorsione.
En rigor dijo que tiene "la certeza de que en la misma medida en que el gobierno nacional pretenda extorsionar a los gobernadores o a nuestro gobierno, en esa misma proporción los compañeros, las compañeras, acrecentarán las ganas de acompañar, de decir presente, aquà estamos y que confiamos realmente en el gobierno de Gustavo Bordet".
Las siguientes declaraciones de la exjefa comunal, muestran que su visión dista de la realidad.
En efecto, dijo que hizo "un repaso de todas las coincidencias" que tiene con el gobernador, y en ese marco se refirió a un gobierno nacional "contrario a los intereses de los sectores más humildes, de nuestros pueblo, de los trabajadores".
Esa es la interpretación que hace Osuna sobre la estrecha relación que el gobernador Bordet mantiene con el gobierno de Mauricio Macri.Â
En fin, lo cierto es que fue, es y seguirá siendo difÃcil encontrar coincidencias con Blanca Osuna. Por más esfuerzo que se haga.
Otra muestra de ello es el balance que hizo de su desempeño en la función pública en Paraná. Dijo que cuando fue intendenta dio "probadas muestras de cómo desarrollar las polÃticas y cómo defender los intereses de los más humildes, de los trabajadores, de los sectores comerciantes y de las pymes".
Esa es la interpretación que hace Osuna del rechazo que su gestión obtuvo de 7 de cada 10 paranaenses.
Antes de irse, le obsequió a Bordet un libro sobre Néstor Kirchner.
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